De acuerdo con el Banco Mundial (BM), la inclusión financiera es el acceso que tienen las personas y las empresas a diversos productos y servicios útiles y asequibles, como transacciones, pagos, ahorro, créditos y seguros, para atender sus necesidades, los cuales se prestan de manera responsable y sostenible.
Incluso, la propia institución global afirma que la inclusión financiera es un elemento facilitar clave para reducir la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida.
Durante los últimos 20 años en México se ha intensificado el proceso de inclusión financiera, a través de estrategias conjuntas entre autoridades, entidades reguladoras y el sector privado.
Dicho proceso se intensificó con la masificación del internet y la aprobación de las llamadas Fintech, mediante las cuales la población tuvo mayor acceso a servicios financieros y sustancialmente a un menor costo.
Hoy, es muy común que una persona pueda pagar una torta, una quesadilla, un servicio de tintorería hasta alimentos en un mercado público a través de su tarjeta de débito o crédito o través de una transferencia electrónica, algo que hace unos 10 años era algo impensable y hasta motivo de burlas.
En este sentido, la inclusión financiera en México es una realidad creciente y muestra de ello son los resultados que arroja la séptima edición del Índice Citibanamex de Inclusión Financiera, en donde se identificó que, con datos al 2023 (últimos disponibles), 127 municipios alcanzaron una clasificación de muy alta inclusión, uno más respecto a 2022.
Dichos municipios concentran 40.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), a nivel nacional, en contraparte, los 949 municipios ubicados en el estrato de muy baja inclusión apenas contribuyen con 2.8 por ciento del PIB, datos que dan un indicio de como la inclusión financiera está altamente relacionada con el desarrollo económico.
“Si bien los estratos de alta y muy alta inclusión financiera a nivel municipal se mantienen sin muchos cambios, se perciben mayores avances en aquellos que pertenecen al estrato medio, con un incremento del 47% respecto al año anterior, los municipios con muy baja inclusión financiera se redujeron 17%, el mayor decremento desde 2018”, detalla el reporte que incorpora un indicador a nivel estatal.
¿Y cómo le va a Querétaro?
De acuerdo con el indicador de Citibanamex, la Ciudad de México, Baja California Sur, Nuevo León y Quintana Roo se mantuvieron como los estados con mayor inclusión financiera del país. En este sentido, los resultados muestran que el grado de inclusión financiera se relaciona con algunos indicadores económicos: a mayor grado de PIB, mayor nivel de inclusión financiera.
Querétaro, por su parte, se colocó en el quinto lugar de las 32 entidades federativas del país, con un grado “Alto” de inclusión financiera.
La octava posición alcanzada en 2023, si bien eses la misma que la reportada un año antes (2022); resulta inferior al quinto escaño que se registró del 2018 al 2020.
En este sentido, si bien Querétaro logra buenas calificaciones en materia de corresponsales financieros (tiendas de conveniencia y de autoservicio así como farmacias que ofrecen servicios bancarios, por ejemplo); así como en número de establecimientos con Terminales Punto Venta, la entidad aún debe trabajar en rubros en uso de tarjeta de ahorro, débito y crédito, así como en prevalencia de contratados que utilizan banca móvil.
No obstante, un punto a destacar es que aún y con las áreas de oportunidad que muestra Querétaro en materia de inclusión financiera, es cierto que en la zona de El Bajío y demás estados vecinos reporta una mejor posición: Aguascalientes, San Luis Potosí, Guanajuato, Michoacán, Hidalgo y Estado de México.
TE PUEDE INTERESAR