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Para lograr una verdadera eficiencia energética, hoy ya no basta con invertir en tecnología moderna que nos permita un menor consumo de electricidad. Esta tecnología debe estar acompañada de una estrategia en la que se conjuntan procesos de manejo eficiente e integración de fuentes de energía renovables, las cuales, deben traducirse en una importante reducción de emisiones.

En este contexto, los edificios, que están siendo transformados para ser interactivos con la red eléctrica, representan un avance prometedor en la forma en que se consume y conserva la energía, ya que a su infraestructura tradicional se suma la tecnología digital necesaria para crear una red energética más eficiente y sostenible.

Hoy podemos ver un nuevo concepto de edificios interactivos con la red eléctrica o Grid-interactive buildings (GIB) en los que se combinan el internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA) para dar lugar a un consumo de energía dinámico.

Ya no se trata del clásico lugar de trabajo que dispone de la electricidad de manera pasiva, sino que participa activamente de la red energética al ajustar sus dinámicas de consumo con fuentes alternas, limpias y renovables como la solar y la eólica. Pero además, ajusta su demanda energética en respuesta a las condiciones de la red, con el fin de evitar el desperdicio y utilizar lo únicamente necesario para producir.

Si lo vemos fría y calculada, nos daremos cuenta de que los GIB ofrecen beneficios múltiples, ya que no solo nos ayudan a reducir costos de inversión en la red (de hasta 8%), sino que favorecen ahorros en las facturas de energía, al ayudar a consumir menos, y contribuyen en gran medida a los esfuerzos para la descarbonización, ya que reducen la dependencia de combustibles fósiles.

Bajo esa perspectiva, Siemens lanzó recientemente un copiloto para la gestión de la red, con el fin de ayudar a los operadores de sistemas de distribución (DSO).

Con Gridscale X LV Management, se puede aprovechar rápidamente la capacidad de la red durante los picos de demanda, gracias a pasos continuos y automatizados de detección, evaluación y actuación, lo que mantiene a su vez la confiabilidad. De esta manera, se reducen los esfuerzos de mantenimiento del modelo en 50%.

Sabine Erlinghagen, CEO de Siemens Grid Software afirmó que “con Gridscale X LV Management, los DSO pueden avanzar hacia una gestión de red flexible y autónoma. Al controlar y visualizar activamente la red de baja tensión, pueden reducir los cortes de suministro hasta en un 30%, estabilizar la red, proteger los activos y acelerar la digitalización de la red”.

Administrar la forma en que manejamos la energía a través de un sistema de red digital bien estructurado es una solución que podría ayudar en gran medida a disminuir el financiamiento necesario para mantener la operatividad al 100%. Sobre todo, si consideramos que por primera vez el gasto mundial en energía podría estar superando los 3 billones de dólares este año, de los cuales 2 billones se estarán destinando a la tecnología de energía limpia, según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía.

Pero eso no es todo, ya que además de ahorros efectivos se estará contribuyendo a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, algo muy necesario, sobre todo ahora que se estima que existe un 80% de probabilidad de que la temperatura media anual global supere el límite en al menos uno de los próximos cinco años. Algo verdaderamente alarmante si consideramos que este año superamos varios récords de altas temperaturas en toda la República Mexicana.

Al final, recurrir a la digitalización es una medida que puede representar muchas bondades, ya que no se requiere más que invertir en software que ayude a gestionar las redes de manera eficiente.

Marco Cosío es VP de Smart Infrastructure de Siemens México, Centroamérica y el Caribe.