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El magnate se burla de las críticas en línea mientras comparte con sus más de 1,2 millones de seguidores en Twitter algunas publicaciones de su helicóptero, avión, yates y rancho.

En un momento en que los multimillonarios hacen todo lo posible para ocultar su paradero y su riqueza del público, el mexicano Ricardo Salinas Pliego es una rara excepción.

Salinas —un magnate del sector minorista y de los medios de comunicación que cuenta con la reputación de ser despiadado con sus rivales— hace alarde de su riqueza de forma abierta y se burla de las críticas en línea mientras comparte con sus más de 1,2 millones de seguidores en Twitter publicaciones de su helicóptero, avión, yates y rancho.

Recientemente, publicó un video en el que ofrecía US$300.000 a los jugadores de su equipo de fútbol profesional, Mazatlán, para que lo dividieran entre ellos si ganaban. “No ganamos, pero cómo nos divertimos y para eso es el dinero… para pasársela a toda madre”, escribió en Twitter.

Salinas, de 67 años, golfista y amante de los cigarros y el coñac, cree fervientemente en el bitcóin y retuitea a defensores de las criptomonedas como el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el cofundador de MicroStrategy Inc., Michael Saylor. Discute abiertamente con los reporteros deportivos de ESPN y a otros los llama “pendejos”. También adoptó el apodo de “Tío Richi” y analizó a Scrooge McDuck para su blog.

Salinas, que tiene una fortuna de US$11.200 millones, según el índice de multimillonarios de Bloomberg, heredó el negocio minorista de su familia y se aventuró en el de los medios de comunicación a través de TV Azteca.

Más tarde, creó Banco Azteca, una entidad financiera que se enfoca en clientes de bajos ingresos y maneja decenas de miles de millones de dólares en remesas cada año, principalmente provenientes de Estados Unidos. En sus tiendas Elektra, también ofrece préstamos y planes de pago en cuotas a clientes que compran desde electrodomésticos hasta ropa, computadoras y muebles.

En los últimos años, su grupo ha comenzado a ensamblar y comercializar motocicletas baratas, así como a vender internet de alta velocidad a través de un negocio de fibra óptica.

Salinas es conocido como un negociador agresivo y asertivo. Sin miedo a los litigios, se ha enfrentado a las autoridades fiscales locales, a los rivales comerciales y a los tenedores de bonos por igual.

TV Azteca actualmente está enfrascada en una disputa con acreedores por más de US$400 millones en pagarés en mora. Él y un miembro de la junta de TV Azteca acordaron en 2006 pagar US$8,5 millones en conjunto para resolver una demanda presentada por la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU., sin admitir ninguna irregularidad. Luego del incidente, Salinas decidió que sus empresas dejaran de cotizarse en los mercados estadounidenses.

Aun así, el presidente de Grupo Elektra ha amasado una fortuna que lo convierte en el tercer mexicano más rico, según el índice de Bloomberg, detrás del magnate de las telecomunicaciones Carlos Slim, de 83 años, y el magnate minero Germán Larrea, de 69.

Ambos son marcadamente más tímidos ante los medios que Salinas. Si bien una cuenta de Slim no verificada en Twitter ha acumulado casi 403.000 seguidores, nunca ha publicado un mensaje. Por su parte, Larrea —que se encuentra entre los postores de la unidad de banca minorista local de Citigroup Inc.— tiene un perfil tan bajo que apenas hay fotografías públicas de él.

“Los multimillonarios rara vez hacen alarde de su riqueza; por el contrario, mantener en secreto la gran desigualdad que representan es parte de cómo evitan el escrutinio público”, dijo Carl Rhodes, decano de la escuela de negocios de la Universidad de Tecnología de Sídney, quien está escribiendo un libro sobre la política de los multimillonarios.

Dijo que no está “totalmente claro” por qué Salinas elegiría participar en tales alardes, pero “una hipótesis es que lo hace para demostrar que se lo ha ganado por mérito propio, entonces se lo merece”.

Luciano Pascoe, uno de los portavoces de Salinas, dijo que el patrimonio del multimillonario supera las estimaciones del índice de Bloomberg, sin dar más detalles, y que está mostrando su fortuna “porque simple y sencillamente así le da su gana”.

“En segundo lugar, porque su fortuna es bien habida y, más aún, es un ejemplo de inspiración a quienes quieren prosperar y ser exitosos en sus vidas”, aseveró Pascoe en un correo electrónico.

El lunes por la noche, después de que Bloomberg News le enviara preguntas sobre esta historia, Salinas publicó una encuesta Twitter preguntando si debería ser más discreto sobre su riqueza en las redes sociales. Más del 80% respondió que debería seguir igual que antes.

Salinas presume su enorme fortuna en un país en vías de desarrollo donde los últimos datos gubernamentales muestran que el 43,9% de los mexicanos vivía en situación de pobreza en 2020, mientras que el 8,5% de la población se ubicaba en la categoría de pobreza extrema.

En los últimos meses, Salinas ha publicado fotos de juegos de póquer con amigos, de conciertos privados, de un recorrido a pie por su hacienda, de un avión nuevo que le regaló “Santa” y de su helicóptero esperándolo para llevarlo a su avión para un viaje a Uruguay.

Una vez allí, publicó fotos con el también multimillonario Alejandro Bulgheroni en su viñedo Bodega Garzón y almorzando con el presidente Luis Lacalle Pou, “un gran liberal”.

Aparte de sus seguidores en Twitter, al 6 de marzo, Salinas tenía 342,000 seguidores en Instagram, 582,000 en Facebook y 63,600 suscriptores en su canal de YouTube.

Salinas hace publicaciones contra los comunistas y criticó a Agustín Carstens, director del Banco de Pagos Internacionales y ex banquero central de México, por decir que las criptomonedas habían perdido la batalla contra la moneda fiduciaria.

Uno de sus seguidores dijo una vez que él era su “millonario” favorito. Salinas respondió con emojis de risa. “Billonario favorito por favor, no me empobrezca de un plumazo”, tuiteó.