A diferencia de lo que sucede en otras regiones del mundo, en Latinoamérica el fantasma de la transgresión a los derechos humanos se resiste y toma fuerza, pues la decisión de los fumadores para utilizar mecanismos para combatir el tabaquismo está lejos de ser respetado y promovido por las autoridades, ante la serie de disposiciones en contra de los instrumentos de riesgo reducido, como los cigarros electrónicos y vaporizadores.
Ante ello, la organización civil sin fines de lucro Razón, Autonomía y Derecho (RAUDER), consideró necesario avanzar en la definición de un marco regulatorio para la producción, distribución y venta de los vaporizadores, con el objetivo de ofrecer productos lícitos y de calidad a quienes desean abandonar el tabaquismo y combatir, a la vez, el llamado “mercado negro”.
Y lo que sucede, es que la falta de regulación ha disparado la venta clandestina y sin restricciones de dispositivos electrónicos tanto en tianguis, ambulantes y puestos en la vía pública en las calles de las principales ciudades del país, como Querétaro.
En países como Francia y Nueva Zelanda, los vaporizadores (productos para consumo exclusivo de adultos), son parte de las políticas públicas de la estrategia de las autoridades para combatir el tabaquismo. En Suecia, dichos dispositivos electrónicos han contribuido para lograr que dicha nación se enfile a constituirse como un país libre de humo de cigarro.
De acuerdo con estudios realizados por diversas instituciones británicas, los vaporizadores son 95 por ciento menos dañino que los cigarros y han demostrado su eficiencia para que las personas abandonen el tabaquismo.
Sin embargo, a pesar de dicha realidad, en países de Latinoamérica persisten dogmas y posiciones que menoscaban la libre decisión de los ciudadanos para apoyarse en dichos dispositivos. En México, por ejemplo, el gobierno federal ha emitido una serie de decretos para prohibir la importación y venta de los vaporizadores, a pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), resolvió en octubre de 2021 que resultan anticonstitucional dichas disposiciones.
Por ello, ante el compromiso para defender el derecho a la autodeterminación, la organización civil sin fines de lucro Razón, Autonomía y Derecho (RAUDER), realizará la segunda edición del “Foro Latinoamericano Nicotina y Reducción de Riesgo: Ciencia, Regulación y Activismo”, que tendrá lugar el próximo seis de febrero en la ciudad de Panamá.
Rafael Lara, presidente de la institución y maestro en Derecho con especialidad en Derechos Humanos, dijo que la decisión de llevar a cabo el foro en la capital de Panamá responde a la necesidad de realizar un contrapeso informativo a la celebración de la décima edición de la Conferencia de las Partes del Convenio Marco para el Control del Tabaco (COP10), de la Organización Mundial de la Salud, que tendrá lugar del cinco al 10 de febrero en esa ciudad.
Y lo que sucede, es que ante la opacidad y secrecía que ha caracterizado a las ediciones anteriores de la cumbre de la OMS y la intención de equiparar a los vaporizadores con cigarros de tabaco, resulta urgente exponer a la opinión pública una postura diversa a la restricción de las libertades para que los fumadores puedan apoyarse en instrumentos que han demostrado científicamente su eficiencia para combatir el tabaquismo, como el caso de los vaporizadores.
Así, bajo dicho escenario, Rafael Lara, presidente de RAUDER, considera que resulta necesario abrir espacios alternos a la COP10, como el Segundo Foro Latinoamericano: Nicotina y Reducción de Riesgo para ofrecer a la ciudadanía información comprobada y científica sobre alternativas para combatir el tabaquismo y, con ello, los individuos tomen decisiones informadas, en línea con su libre autodeterminación, uno de los ejes rectores que defiende RAUDER.
“Encontramos urgente la necesidad de dar a conocer a la opinión pública una postura diversa a la restricción de las libertades individuales basadas en ideologías y exaltar la necesidad de que los organismos internacionales respeten los derechos humanos de empresas, usuarios e inclusive la prensa a participar activamente en foros como la COP que pretenden incidir en la vida cotidiana de millones de personas en el mundo”, comentó el especialista en derecho.