Jannet Galván Alanís tenía 22 años cuando aceptó convertirse en la directora general de Monarca, empresa fabricante de artículos de aluminio.
Su carácter arrojado y su actitud positiva la llevaron a aceptar esta posición en la compañía familiar, sin importar que aún le faltaba un año para culminar la carrera de Administración y Estrategia de Negocios, y a pesar de que nunca se había involucrado de lleno en su operación.
“No soy una persona pesimista, no soy una persona a la que le guste ver el lado malo, nunca han estado presentes esos escenarios en mi mente y menos a mis 22 años. Cuando a mí me pasan la dirección de la empresa, no hubo una transferencia como debía de haber, fue algo como muy brusco, simplemente me dijeron: aquí están las llaves”.
El golpe de realidad, lejos de intimidarla, la obligó a tomar las desventajas que tenía y capitalizarlas. No fue fácil, reconoce Galván Alanís, su juventud, su género y ser la hija del dueño la llevaron a enfrentar los prejuicios de algunos asociado.
“Llegar y ganar respeto y liderazgo por posición, es muy complicado. Ese liderazgo me lo fui ganando al paso del tiempo y sobre todo con mucha humildad, aprender a ser humilde. Cuando ellos [los empleados] vieron que realmente iba a trabajar fue cuando empezaron a abrirme las puertas”, reconoció la administradora de empresas.
Hoy, siete años después de que tomó la dirección de Monarca, la joven ha logrado convencer a sus colaboradores de su liderazgo. La empresa, que tomó con alrededor de 13 personas, ha duplicado su plantilla laboral y ya exporta sus productos a Centroamérica.
“Mi mayor orgullo es la posición en la que ahorita está la empresa. La pandemia, afortunadamente, no nos causó ningún tipo de problemas o retrasos, ya habíamos abierto el canal e-commerce, estábamos preparados para esa crisis. […] Un orgullo muy grande es la gente que tengo, que son la columna vertebral de mi empresa. Me costó mucho trabajo formarla y ahorita me siento muy a gusto con ellos, me siento orgullosa del trabajo que realizan”.
En 2021, Monarca logró vender por primera vez, luego de 23 años de vida, mercancías en el extranjero. Honduras fue el primer país en ser explorado por la fabricante de utensilios de aluminio para las cocinas industriales y domésticas, al que se unió Guatemala este año.
Una vez que Jannet Galván logró estabilizar a la compañía y consolidarse en su dirigencia, las metas apuntan a ampliar su mercado y posicionar la marca para llevarla al siguiente nivel.
“Veo mi empresa exportando a más países de Centroamérica, Sudamérica y a EE.UU., mercados muy atractivos para nosotros. Distribuimos en México a 22 estados de la República, me gustaría tener todo el país cubierto para dentro de cinco años. Quiero además que la línea de producción empiece a automatizarse”, compartió la entrevistada.
La joven directora, además de entusiasmar a su equipo con la pasión que ha encontrado por su empresa, comparte su experiencia y liderazgo como presidenta de la Comisión de Jóvenes y Emprendimiento, en la Asociación de Mipymes Industriales de Querétaro (Amiqro).