Siemens Smart Infrastructure ha publicado un nuevo informe titulado “Transformación Digital, Retornos Sostenibles: El Nuevo Camino de la Infraestructura”.
Se basa en una encuesta a 650 altos ejecutivos y explora cómo la digitalización puede aprovecharse para acelerar la descarbonización y transformar la infraestructura mundial, particularmente en energía, edificios y operaciones industriales.
Los hallazgos destacan cómo la infraestructura inteligente permite la descarbonización, la eficiencia de los recursos y la colaboración para lograr objetivos de sostenibilidad. Sin embargo, aunque ha habido un progreso significativo en los últimos años, todavía existe un inmenso potencial sin explotar, especialmente en lo que respecta a las operaciones basadas en datos.
La digitalización es un factor clave para la descarbonización
Las principales conclusiones incluyen la medida en que la digitalización permite una infraestructura más sostenible, la importancia de los datos correctos para informar la toma de decisiones en el camino hacia el cero neto y qué tecnologías esperan los líderes que tengan el mayor impacto positivo. Las plataformas digitales también se consideran una ventaja para las empresas. Los encuestados calificaron los cinco principales beneficios de su adopción, siendo estos la escalabilidad, eficiencia en tiempo y costos, implementación más rápida, fiabilidad e interoperabilidad.
“La digitalización es un potente facilitador de la sostenibilidad, y la descarbonización de nuestros edificios, redes e infraestructuras está al alcance de la mano con las soluciones que existen hoy en día. Por ejemplo, con el IoT reduciendo el costo de las tecnologías de edificios inteligentes, podemos conectar sistemas, reducir el uso de energía y desbloquear ahorros masivos”, dijo Thomas Kiessling, CTO de Siemens Smart Infrastructure.
“Para acelerar la descarbonización y cumplir con los objetivos climáticos críticos, debemos aprovechar las tecnologías digitales como la IA y el IoT de una manera más transformadora. Las soluciones existen, los ahorros son claros: no hay razón para no actuar ahora”, explicó Thomas Kiessling.
Se encontró que las tecnologías digitales juegan un papel crítico en la reducción de la huella de carbono, la optimización del uso de recursos y la integración de fuentes renovables. El 55% de los encuestados dijo que las tecnologías digitales tienen un potencial significativo para avanzar en la descarbonización de sus operaciones. Sin embargo, el 45% afirma que ve poco o ningún potencial de este tipo, por lo que es posible que muchos no aprecien plenamente los vínculos entre la digitalización y la descarbonización.
Las brechas de datos plantean un gran desafío
Una infraestructura más inteligente y conectada es clave para la gestión de la energía. Aunque el 54% de los encuestados afirma que sus organizaciones están maduras o avanzadas en la gestión basada en datos de sus operaciones, la investigación también revela que uno de los principales desafíos para los esfuerzos de descarbonización es la disponibilidad de datos. Una proporción considerable de encuestados dice que tienen pocos o ninguno de los datos que necesitan en áreas clave para mejorar la descarbonización y la eficiencia de los recursos: el 44% carece de datos de emisiones, el 46% carece de datos de rendimiento de plantas y maquinaria, y el 30% carece de datos de consumo de energía.
Los encuestados también se enfrentan a obstáculos a la hora de aprovechar los datos, incluso cuando están disponibles, debido a las limitaciones en la capacidad de sus organizaciones para integrar, gestionar y analizar eficazmente los datos procedentes de diversas fuentes. Existe una necesidad reconocida en todas las organizaciones de aumentar el volumen, mejorar la calidad y aumentar la disponibilidad de sus activos de datos si desean tomar decisiones informadas y lograr mejores resultados de eficiencia y sostenibilidad.
La IA podría ser clave para la transición energética
Según los resultados de la encuesta, está claro que la IA es la tecnología que se espera que tenga un impacto más positivo en la descarbonización y la eficiencia de los recursos: el 33% de los encuestados creen que la IA tendrá el mayor impacto en los próximos tres años. Sin embargo, por ahora, otras soluciones contribuyen significativamente a la reducción de emisiones, incluyendo IoT, gemelos digitales, redes inteligentes y tecnologías de borde.
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