Diversos analistas e instituciones internacionales advierten que el fantasma de la recesión en Estados Unidos no se disipa. Incluso, hay voces, como la de Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, quien alerta que es muy latente que la economía del país vecino baje de dinamismo.
En caso de que la -todavía-, economía más importante del mundo caiga en recesión, tendrá un sensible golpe a la actividad productiva global y, sobre todo en aquellos países, como México, con los cuales existe una estrecha dependencia comercial y de inversión con la Unión Americana.
Por ejemplo, el hecho de que el 85 por ciento de las exportaciones mexicanas tengan como destino el mercado estadounidense y que la inversión proveniente del país vecino represente alrededor del 55 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED), que capta México evidencia el estrecho vinculo entre ambos países.
Los pronósticos apuntan a que este 2023 la economía mexicana podría crecer alrededor de dos por ciento, pero lo cierto es que las previsiones dependen mucho de lo que ocurra en los próximos meses en la Unión Americana y como muestra es el reciente aumento que aplicó la Reserva Federal de ese país a su tasa de interés líder, algo que alertó a los mercados internacionales.
La agencia calificadora Fitch Ratings admite que México sería uno de los países más afectados, en caso de una recesión estadounidense. Sin embargo, acota que el impacto no sería homogéneo a lo largo del territorio nacional, pues el efecto sería diversos en las diferentes entidades federativas.
“La relevancia del comercio con Estados Unidos para los estados mexicanos, en términos del tamaño de su economía, es variada a lo largo y ancho del territorio. No obstante, destacan de manera significativa los estados con los que comparte frontera, como son Chihuahua, Baja California, Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, alcanzando niveles de ventas internacionales arriba de 38 por ciento de su producto interno bruto estatal (PIBE)”, destaca la agencia calificadora por medio del estudio “Vulnerabilidad de los Estados Mexicanos a una recesión en Estados Unidos.
¿Cómo le iría a Querétaro?
Ante los crecientes pronósticos de que la economía de Estados Unidos podría caer en recesión en este 2022, ¿Querétaro se vería muy afectado de concretarse tal previsión? Para la calificadora Fitch, el impacto sería moderado, a diferencia de lo que experimentarían otras entidades federativas.
De acuerdo con la agencia, la economía queretana presenta un bajo nivel de vulnerabilidad ante una eventual crisis en la Unión Americana, derivado de diversos factores como un sano manejo de la deuda estatal, una dependencia modesta a la recepción de turismo, remesas e inversión proveniente del país vecino del norte, así como a un moderado vinculo comercial al mercado estadounidense.
Por ello, la agencia calificadora considera que el impacto que resentiría Querétaro en caso de una recesión en la economía estadounidense sería limitado, a diferencia de lo que experimentarían, por ejemplo, Quintana Roo por su dependencia al turismo provenientes de la Unión Americana, o los estados fronterizos como Coahuila, Chihuahua o Sonora por la existencia de cadenas de valor y comercial con el país vecino o la Ciudad de México por su alto vinculo por inversión de origen estadounidense.
En este sentido, ejemplificó que la inversión estadounidense representa menos del cinco por ciento del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE), mientras que en Baja California Sur el indicador alcanza el 25 por ciento.
En materia de remesas, resulta que los recursos que mandan mexicanos en el extranjero (especialmente en Estados Unidos), a sus familiares en México representan menos del cuatro por ciento del PIB estatal, mientras que en Michoacán la proporción alcanza el 16 por ciento.
Asimismo, el arribo de turistas provenientes de la Unión Americana a las distintas entidades federativas es muy heterogéneo: Mientras que Quintana Roo recibe hasta 40 millones de estadounidenses, Querétaro recibe poco más de un millón.