La industria inmobiliaria en México se mantiene con un importante dinamismo, impulsado, en parte, por el fenómeno de la relocalización de inversiones que experimenta el mercado global, conocido como nearshoring. Tan sólo en 2023, se estima que en el sector llegaron casi 82 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa (IED).
En este sentido, el desarrollo de proyectos inmobiliario se ha presentado a lo largo del país, aunque ciertamente existen zonas muy focalizadas y que reportan las mayores tasas de crecimiento, como el caso de Querétaro.
De acuerdo con el grupo inmobiliario Levy Holding, la ciudad de Querétaro y los municipios conurbados ofrecen diversas opciones competitivas para el desarrollo tanto industriales, comerciales y residenciales. Ejemplo de ello se encuentran los municipios de Querétaro, San Juan del Río, Ezequiel Montes y Tequisquiapan.
De esta manera, Querétaro se coloca dentro del rubro de ciudades secundarias estratégicas del sector inmobiliario en México, junto a regiones como Puebla, Aguascalientes, Ribera de Chapala, San Miguel de Allende y Riviera Nayarit.
El interés en ciudades secundarias y áreas en desarrollo continuará creciendo, impulsado por la búsqueda de opciones más asequibles y calidad de vida tanto para mexicanos como para extranjeros. Los destinos como Puebla, Querétaro, Aguascalientes, Ribera de Chapala, San Miguel de Allende y Riviera Nayarit son las que han recibido la mayor cantidad de migración interna y externa en los últimos años.
Industria inmobiliaria en México
Agustín Levy, CEO del grupo inmobiliario de Guadalajara Levy Holding comentó que es importante que los profesionales inmobiliarios se mantengan pendientes e informados acerca de factores como el ámbito económico, las fluctuaciones en los índices financieros, tasas de interés y políticas monetarias que pueden tener un impacto directo en la demanda y oferta de propiedades.
El directivo afirmó que a nivel político, las decisiones gubernamentales, cambios regulatorios y políticas fiscales juegan un papel crucial en el mercado inmobiliario, donde la estabilidad política fomenta la inversión y el desarrollo, mientras que la incertidumbre genera reticencia en los inversores. Adaptarse a estos cambios normativos es esencial, especialmente en un periodo electoral crucial.
El entorno social, por su parte, refleja las tendencias demográficas, culturales y de estilo de vida que afectan las preferencias de los compradores y arrendatarios. La migración urbana, cambios en la estructura familiar y las preferencias habitacionales son factores clave que los profesionales inmobiliarios deben considerar al evaluar el potencial de una propiedad o desarrollar estrategias de comercialización efectivas.
“Si bien no es posible predecir el futuro del mercado inmobiliario en México hay algunos factores que nos ayudan a anticipar posibles cambios en el mercado, ajustar estrategias de inversión y ofrecer asesoramiento informado a nuestros clientes e inversionistas” agregó Levy.
Ante este panorama, las proyecciones para 2024 ofrecen un horizonte prometedor, según Sergio León, Director de Estrategia Comercial y Marketing en Levy Holding, quien destaca varios puntos clave para la industria inmobiliaria:
Crecimiento sostenido: Se espera un crecimiento continuo del mercado inmobiliario, con un aumento estimado del 5-7% en las ventas de viviendas y un incremento moderado en los precios de entre el 10 y 15%.
Continuación de la digitalización: La tecnología seguirá desempeñando un papel fundamental en el proceso inmobiliario, desde la búsqueda de propiedades hasta la finalización de transacciones. La tecnología está ayudando a aumentar la transparencia en el mercado inmobiliario, lo que hace que sea más fácil para los compradores y vendedores tomar decisiones informadas.
Innovación en financiamiento: Se esperan nuevos productos y enfoques para el financiamiento de viviendas, con el objetivo de hacer la propiedad más accesible.
Diversificación de oferta: Incremento en la diversificación inmobiliaria para atender la evolución de la demanda y las preferencias del mercado. Las zonas vacacionales, históricamente atractivas por sus notables plusvalías y altos rendimientos en alquileres a corto plazo, como la Riviera Maya, muestran plusvalías anuales superiores al 12% y rendimientos consistentes del 10%. Considerando la inversión en infraestructura, como el Tren Maya y la reciente apertura del Aeropuerto de Tulum, este es un momento propicio para contemplar la diversificación en esta región.
Desarrollos sustentables: Proyectos inmobiliarios con un fuerte enfoque en la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente ganarán protagonismo. El 80% de los compradores de propiedades en México consideran que la sostenibilidad es un factor importante a la hora de tomar una decisión de compra.
Colaboraciones público-privadas: Se espera una mayor colaboración entre el sector público y privado para abordar desafíos como la infraestructura y la vivienda asequible.
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