Semana laboral de 40 horas, aumento al salario mínimo, incremento por debajo de la inflación a la gasolina, el diésel, la electricidad y el gas doméstico y freno al costo de la canasta básica, son los principales compromisos económicos planteados por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
En su discurso de toma de posesión, Sheinbaum Pardo dio lectura a 100 compromisos o metas a alcanzar durante su sexenio; 24 de ellos referidos directamente al ámbito económico, destacándose los que tienen que ver con la micro economía.
No obstante lo anterior, analistas económicos refieren que uno de los principales obstáculos para cumplir con sus compromisos, es el endeudamiento con que recibe la administración federal.
De acuerdo a la Secretaría de Hacienda y crédito Público (SHCP), al cierre de julio de este año, la deuda neta del sector público federal fue de 16 billones 405 mil 182 millones de pesos, lo que representa 50.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Es el nivel más alto de los últimos 24 años en cuanto al endeudamiento de la nación.
A esta condición se agrega el compromiso presidencial de “apoyar la economía popular” evitando incrementar por encima de la inflación la gasolina, el diésel, la electricidad ni el gas doméstico ni la canasta básica.
Tres compromisos más abonarán al gasto público: la continuación de los programas del Bienestar a los que se sumará el apoyo económico bimestral para las mujeres de 60 a 64 años; las becas para todos los estudiantes de preescolar, primaria y secundaria pública; y el mejoramiento de las pensiones.
También destaca el compromiso de aumentar progresivamente el salario mínimo de maestras y maestros de educación básica, de médicos, de enfermeras, enfermeros; de soldados, de miembros de la Guardia Nacional y de marinos.
Respecto a obra pública con recursos federales, Claudia Sheinbaum mencionó la construcción de tres mil kilómetros de líneas de tren hacia el norte: Ciudad de México-Querétaro pasando por el Estado de México; Querétaro-San Luis Potosí y Saltillo-Monterrey-Nuevo Laredo además de la terminación del tren Buenavista-AIFA, a Pachuca y a Tizayuca.
Por el Pacífico, el tren Querétaro-Guadalajara hasta Nogales pasando por Tepic, Mazatlán, Culiacán y Hermosillo, y la ruta México-Puebla-Veracruz del tren de pasajeros.
Agregó la ampliación de los aeropuertos de Tamuín, en San Luis Potosí; Tepic, Lázaro Cárdenas, Puerto Escondido, y la remodelación del Aeropuerto Internacional ‘Benito Juárez’, en la Ciudad de México.
Y por si fuera poco, comprometió al gobierno federal a construir, por conducto del Infonavit y el FOVISSSTE, “al menos un millón de viviendas durante todo el sexenio”.
En lo poco que involucró a los empresarios fue en seguir incrementando el salario mínimo hasta llegar a 2.5 canastas básicas (actualmente está en 1.6 canastas básicas) y en llegar a la semana laboral de 40 horas.
Y ya en el ámbito discursivo, refirió que se gobernará sustentándose en la división entre el poder económico y el poder político. Dijo que no regresará el modelo neoliberal; “se mantendrá la economía moral y el Humanismo Mexicano”.
Por la misma línea, del mensaje político afirmó que “no regresará el avión presidencial, tampoco el Estado Mayor Presidencial; ni tampoco viviré en Los Pinos, vamos a vivir acá, en Palacio Nacional. Vamos a mantener la austeridad república, la disciplina financiera y fiscal; continuará un gobierno sin lujos y sin privilegios”.
También aseguró que se respetará la autonomía del Banco de México y “mantendremos un equilibro razonable entre deuda y producto interno bruto. Seguiremos financiando el desarrollo con la política de austeridad republicana”.
Y a modo de corolario, Claudia Sheinbaum dio la bienvenida a “la inversión privada y la relocalización de las empresas con innovación, buenos salarios, protección al medio ambiente y con contenido nacional”.
¿Ante las promesas económicas de Sheinbaum cómo le irá a Querétaro? Es muy temprano saberlo, pero el juego de tronos ya comenzó en la casona de 5 de Mayo S/N esq. Luis Pasteur, y las agendas político-económicas federal y estatal competirán muy pronto. Será un trienio de: “A ver quién da más”.