El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, ya comenzó la segunda parte de su sexenio. Claro, no en cuanto a los tiempos – calendario sino en la preparación de la estrategia a seguir para tratar de garantizar la continuidad gubernamental del panismo. Para tal fin es que se han aplicado ajustes claves en la estrategia gubernamental.
Evitar riesgos políticos
Para estos tres años que siguen determinó que no habrá obras de gran calado tipo Paseo 5 de Febrero, pues si bien resultan necesarias, son sumamente riesgosas en lo político.
Por ese riesgo (que se corrió con la citada arteria vial y de la que se cosecharon críticas negativas) es que el mandatario descartó, de una vez, la realización de la prolongación del carril confinado del transporte público hacia la zona norponiente de la ciudad capital.
Sin duda que es una obra necesaria… pero políticamente peligrosa. Y tanto el gobernador como su partido no van a abrir otra puerta para festín de la oposición.
Recordemos que días antes de que el titular del Poder Ejecutivo descartara esta acción, la Secretaría de Obras Públicas ya habían anunciado su ejecución, lo que generó las primeras críticas. Pero rápidamente se corrigió el plan.
En su lugar, el gobernador dijo que en la segunda parte de su mandato se priorizarán las obras y acciones de corte social.
Si enfocamos estos planteamientos con la mira puesta en la próxima elección, está claro que se encamina al objetivo de “amarrar” la simpatía ciudadana y reducir el riesgo de que las molestias que otro tipo de obras genera se conviertan en votos para la oposición.
Apagar “incendios”
Bajo esta lógica, resulta entendible que la elección del titular de la Fiscalía General del Estado se realice lo más pronto posible.
No es porque se tenga miedo a que los morenistas ganen la votación en el Congreso del Estado o que puedan colar un Fiscal “carnal”. La idea es no dejar “cabos sueltos” que pudieran dar pie a que la oposición tenga de donde asirse para protestar y cuestionar.
Y aunque haya “analistas” a los que no les gustó que la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum atrajera para su próximo gobierno el plan de generación de energía eléctrica planteado por el gobernador Kuri, en realidad esta acción resulta benéfica.
¿Por qué? Porque de esta manera la responsabilidad de desarrollarla es de las dos instancias del gobierno (federal y estatal) lo que “desarma” a Morena en sus posibles planes de crítica en caso de incumplimiento o fallas.
Desactivar temas que conlleven riesgos es uno de los objetivos. El otro es garantizar que el Poder Legislativo no se convierta en un obstáculo para la acción del gobierno estatal y éste pueda cerrar con tranquilidad y apoyo de dicho poder.
Por eso resulta tan importante lograr que en el Congreso del estado se mantenga la política panista como guía de su actuar y para la toma de decisiones.
Dos factores apuntan hacia la consecución de esta meta. Uno, el lograr revertir el resultado electoral en el distrito 14, lo que conlleva que Morena pierda una curul y la gane el PAN.
De quedar en firme este cambio, los panistas podrán arañar la mayoría simple en la próxima legislatura y, de paso, restarle “potencia” al morenismo.
Si a esto sumamos la elevada posibilidad de que las dos diputaciones del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) se alíen con el PAN y no con Morena, el control está asegurado para los blanquiazules.
Tengamos presente la señal que se envió apenas la semana pasada, cuando la cámara de diputados votó la aceptación o no de la renuncia del Fiscal General; el diputado local del PVEM y dirigente estatal del mismo, Ricardo Astudillo Suárez votó a favor de aceptar dicha renuncia, contrario a como lo hizo su “aliada”, la diputada de Morena, Laura Andrea Tovar.
Lucha soterrada
Lo dicho. Todo está listo para que los siguientes tres años veamos una constante confrontación entre los dos bloques partidistas y la disputa soterrada por el control de la toma de decisiones políticas en los organismos de gobierno.
Juan José Arreola es Periodista y Analista político de Querétaro
Twitter: @juanjosearreola